FICHA TÉCNICA
Título obra Cyrano de Bergerac
Autoría Edmond Rostand
Dirección Ignacio Retes
Elenco Ignacio López Tarso, Patricia Morán, Alejandro Parodi, Héctor Andremar, Antonio Medellín
Escenografía Julio Prieto
Espacios teatrales Teatro Hidalgo
Cómo citar Maria y Campos, Armando de. "Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand en el teatro Hidalgo". Novedades, 1962. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>
TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO
Novedades
Columna El Teatro
Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand en el teatro Hidalgo
Armando de Maria y Campos
Se va haciendo lugar común elogiar las producciones que presenta el Patronato para la Operación de los Teatros del IMSS. Por razones obvias que el cronista supone no ignora el lector, este organismo descentralizado tiene medios económicos bastantes para presentar espectáculos teatrales con suntuosidad escenográfica, con propiedad y riqueza en el vestuario y con los elementos técnicos permitidos a los grandes negocios –aunque en el fondo no lo sean– teatrales. Ahora ha elegido para enriquecer su repertorio de obras famosas del teatro universal la muy representada y en su tiempo cargada de laureles Cyrano de Bergerac, de Edmond Rostand, escrita a la medida de Coquelín, uno de los más famosos autores de finales del siglo XIX en Europa.
Cyrano de Bergerac es obra unipersonal. Nada más, nada menos. Actor que no sea primerísimo en su género no puede intentar la interpretación de este personaje histórico, contemporáneo de Molière, al que el gran autor francés Rostand lo hizo protagonista de una pieza que le dio la vuelta al mundo teatral.
En mis mocedades se lo vi interpretar a Emilio Thuiller y a Miguel Muñoz, grandes autores españoles. Era niño cuando la creó en México Fernando Díaz de Mendoza –que la representó en París en español–, y, en mi madurez, a Fernando Soler, al que tuvo que sustituir a las dos noches Julio Villarreal. Esta última postura escénica en Bellas Artes fue espléndida. Ahora humaniza este personaje que pertenece a un estilo de teatro que ya pasó, nuestro gran actor Ignacio López Tarso y es de justicia reconocer que lo saca como no podría hacerlo ahora en español ningún actor de acá o de allá. Se consagra López Tarso con este Cyrano que dice, siente y actúa con estremecedora profundidad de maestro de la escena. Vérselo será un recuerdo inolvidable para las nuevas generaciones, como ha sido una emocionada experiencia para los que tanto hemos visto por el privilegio de una larga vida, cargada de emociones.
El coro –todos los personajes corean el aria que recita Cyrano–, actúa con la mayor discreción y ponderación. Forman un concierto; todo está concertado. Las desafinaciones casi no se advierten. Está encantadora Patricia Morán como Roxana, y sólo elogios merecen, como instrumentos en este concierto de actrices y actores estudiosos, Alejandro Parodi, Héctor Andremar, Antonio Medellín y, para no repetir la nómina del reparto, todos cuando lo integran, cada uno en su momento y dentro de la categoría del personaje que le fue repartido.
La escenografía de esta obra romántica responde al estilo de la época, estilizada con el fino gusto y la técnica que todos le reconocemos, por Julio Prieto. El director Ignacio Retes no pudo evitar ligeras desafinaciones que la práctica y representaciones próximas irán ajustando.
Otro lugar común es el que en justicia tornamos a caer: el Cyrano de Bergerac del IMSS es otro gran espectáculo mexicano, digno del público digno o exigente de cualquier gran centro mundial de producciones teatrales de calidad, de responsabilidad artística histórica.