Letras sin tacto

Alicia Quiñones

Sabemos que en México contamos con una tradición en la crítica de las artes escénicas: Ignacio Manuel Altamirano y Manuel Gutiérrez Nájera son dos pioneros de esta noble y aguzada tarea. El siglo pasado también nos dejó una lección en materia de crítica y periodismo teatral: profesionales de la escena como Salvador Novo, Luis Reyes de la Maza, Rafael Solana, Marcela del Río y María Luisa Mendoza, entre otros, daban cuenta de la ebullición y diversidad que existían en las propuestas, así como del interés del público: cien mil asistentes era el número estimado para la temporada de una obra "de mediana calidad". Los medios de comunicación abrían sus páginas para las novedades, en principio, porque periodistas y críticos defendían la importancia de pensar la vida a través del teatro. Esos años son historia. En el siglo XXI, las artes escénicas han dado un importante giro que va desde la escritura hasta su representación. La dramaturgia ha encontrado nuevas estructuras, planteamientos ideológicos, y las producciones se han armado de nuevos lenguajes visuales, auditivos y corporales. Críticos como Olga Harmony, Alegría Martínez, Luz Emilia Aguilar Zinzer o Bruno Bert han dado lectura a estas creaciones, que en su mayoría, ya no gozan de un público masivo y son escasamente retomadas en los medios tradicionales de comunicación. Hoy por hoy sólo existen un par de reporteros especializados en este tema, el resto, dan cuenta de lo que pasa en los foros sólo a partir de las grandes figuras actorales, no de la reflexión o de la apuesta por mostrar a los creadores emergentes. Todo esto nos lleva a pensar en que la escena contemporánea está encapsulada en un ambiente donde los montajes parecen hechos de creadores para creadores, y una medida es el número de espectadores que reciben. Otro punto fundamental es la casi inexistencia de críticos jóvenes que animen el debate y generen entusiasmo en el público.

La crítica es una forma de creación, algunas veces llega a ser literatura. La crítica es pensamiento, reflexión. El periodismo teatral anima, informa y registra una historia que debería ser contada desde la inteligencia y la pasión. Si dejamos que los espacios de información se sigan extinguiendo, la historia de nuestro teatro quedará injustamente en la memoria de unos cuantos.



Antonio Magaña-Esquivel

Lo dramático, lo difícil, y también lo peligroso, es ser sincero; pero es lo indispensable, porque la naturaleza de la crítica no se puede falsificar.

Algunas veces realiza una transgresión a la ley de la estabilidad social, o quebranta alguna costumbre, algún prejuicio, o deshace alguna mentira; entonces la sociedad lo llamará ‘crítico’, lo perseguirá, lo rechazará. No hay que olvidar que los poetas fueron expulsados de la República platónica, precisamente por su espíritu de sátira que equivale a decir de crítica.



Carlos Solórzano

La práctica de la literatura crítica sólo es válida hoy en lo que puede tener de creación, de invención, y sólo en esta medida es capaz de exceder los alcances del objeto criticado. (…) De todo esto se deduce que sólo cuando el crítico inventa sin rubor crea una estructura de ideas y de palabras autónomas, pero que son al mismo tiempo testimonio de su tiempo y su lugar. Sólo así también la crítica artística deja de tener esa dimensión parasitaria para darse la libertad de inventar fenómenos, aún antes de que éstos tengan vida tangible y real.



Fernando de Ita

Pero en cuanto Dios crea al mundo, crea también al demonio de la crítica; es decir, la conciencia de la creación. De ahí su vocación y su desprestigio original: criticar a Dios, esto es, al creador, es el principio y el fin de la crítica, en el sentido literal, material, espiritual, convencional y revolucionario de la palabra. Si el creador no hubiera creado, en su divina contradicción, al vigilante de su fatuidad, no sería Dios, el ser más pulcro del universo.



José Ramón Alcántara

El teatro contemporáneo se ha construido como parte de un fenómeno cultural histórico que se proyecta hacia el futuro. Las primeras manifestaciones de la cultura humana fueron espectaculares, formas rituales que, con el tiempo, adquirieron forma textual y, con ello, entraron en la historia escrita que se eslabonaba a la ya existente historia monumental. Teatro y texto, texto y teatro, y hoy “textralidad”. La crítica teatral tiene como propósito dar cuenta de ese proceso histórico, desde sus orígenes hasta el presente, subrayando el papel particular que le ha tocado en la configuración de la cultura humana.

Las formas actuales del teatro (o del Arte escénico que engloba algo más que lo tradicionalmente entendido como teatro), y del texto (que incorpora otras formas textuales ya no exclusivamente gráficas), continúan entretejiéndose, para mantener viva su función cultural perenne: dar forma est/ética a las acciones humanas. Por ello, la crítica teatral también ha sido transformada por el mismo artefacto que estudia, tejiéndose con otras disciplinas para poder comprender la complejidad de eso que, a pesar de todo, sigue siendo el “teatro” originario hoy desplegado en diferentes formas y bajo diferentes conceptos.



Noé Morales

Lo primero sería pensar que la crítica es un ejercicio radicado en el pasado: conversar con lo que fue, con lo que no es más. Pero tengo para mí que la escritura que me seduce es aquella que desafía cierta linealidad del tiempo, la que disloca una idea de pasado estático y de presente imperfecto y, en todo caso, proyecta desde sí aquello que puede ser. Una escritura desde el margen que aspire a configurar cronotopos y a explicarse una idea de escena en permanente transformación: transformación temporal, estética, poética y ética. Si la crítica ha de tener sentido y pertinencia que sea por lo que tenga de escritura móvil. Casi cualquier otra cosa me parece un mero ejercicio de estilo que afirma, desde mi perspectiva, estructuras verticales y cerradas con poca o nula correspondencia con la realidad y con la vida.



Rodolfo Obregón

El crítico vital es aquel que posee y defiende una idea muy precisa del teatro, pero cada noche se acerca a él esperando secretamente que se la rompan.



Rodolfo Usigli

La crítica no aplaude ni vitupera: afirma o niega. Ignora, cuando la bajeza de la obra no se alza hasta ella. La crítica es, en realidad, el octavo arte…