FICHA TÉCNICA



Título obra Mística y erótica del barroco

Notas de autoría Luis Rius / antología de poesía barroca

Dirección Rafael López Miarnau

Elenco Pilar Rioja, Lorenzo de Rodas, Emma Teresa Armendáriz

Vestuario Guillermo Barclay

Espacios teatrales Polyforum Siqueiros




Cómo citar Rabell, Malkah. "Mística y erótica en el barroco". El Día, 1977. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>



TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO

imagen facsimilar

El Día

Columna Se alza el telón

Mística y erótica en el barroco

Malkah Rabell

No es la primera vez que la más deliciosa de nuestras bailarinas de danza española, Pilar Rioja, y el más inteligente de nuestros directores de escena, Rafael López Miarnau, trabajan juntos. Ambos persiguen el ambicioso sueño de hallar nuevos caminos para una danza-espectáculo. Pilar Rioja, no contenta con sus éxitos personales, harto aplaudida y mimada por el público, busca otra cosa, otra dimensión a la danza, que desea integrar en una unidad artística constituida por varias artes. Como siempre, colabora con ellos el erudito en letras españolas y poeta él mismo: Luis Rius. Entre los tres, aunando danza, música y poesía de una determinada época de la cultura española: la barroca, han logrado un bellísimo espectáculo.

En este espectáculo, dos actores de reconocida seriedad profesional, Emma Teresa Armendáriz y Lorenzo de Rodas, con entusiasmo y amor, se han dedicado a insuflar vida dramática a poemas escritos para otros menesteres que los escénicos. En sus bocas los entretejidos versos de distintos poetas, logran de pronto un nuevo impacto, adquieren el ritmo de pequeños dramas o de breves comedias, y ya con gracia juguetona, ya con patetismo dramático, según los poemas sean de Quevedo o de San Juan de la Cruz, de Lope de Vega o de Santa Teresa, erótica y mística encuentran su voz ya en uno ya en otro de esos dos espléndidos intérpretes, que a su vez forman el fondo o una unidad, con la danza de Pilar Rioja.

Encontrar la línea de cruce entre erótica y mística, no es tarea fácil. A veces se van cada una por su propio camino de espinas o de rosas. Pero las rosas tienen espinas y la cruz puede ofrecer tal dulzura a las esperanzas de otra vida que: "muero porque no muero" según palabras de Santa Teresa de Jesús, que se arranca de las entrañas Emma Teresa Armendáriz.

La erótica encuentra en una danza de Pilar Rioja: El Caballero de Amor, la más bella y también extraña expresión. De pronto 1a bailarina de las castañuelas, de las medias puntas y de las cadencias graciosas, aparece vestida de hombre y se transforma en dos, en caballero y su cabalgadura. Dos en uno, con algo de hierático en su rostro y en su figura. Y fueron diez minutos de entrega total del público a esas extrañas evoluciones de hombre-bestia, siguiendo con el oído atento y el aliento suspenso, en el silencio de la sala, el ruido de la bestia que galopa, rasguña el suelo con sus cascos, se detiene inquieta, palpita, y vuelve a emprender la marcha. Diez minutos en que la sala se rindió al arte y a la presencia en el escenario de Pilar Rioja.

Y nuevamente la erótica encontró su tono, esta vez en farsa, en la voz clara y límpida de Lorenzo de Rodas, de este actor multifacético que no recitó sino interpretó con profundo sentido del humor, su papel de enamorado que manda decir a los "ojos que más quiero... que hay dinero".

Y así como la interpretación y la danza pasaba de lo grave a lo risueño y viceversa, así dejaba la vestimenta sus alegres tonos rojizos para adquirir el luto del místico, o al revés, abandonaba el hábito del monje para vestir el jubón del caballero, abandonaba la siempre bella Emma Teresa Armendáriz sus hojas y coronas de cortesana entregada al "poderoso caballero don dinero" para cubrir su cabello con la tiara de santa tejida de flores. Y si Rafael López Miarnau en alguno de sus espectáculos con Pilar Rioja, usó los cuadros de un artista contemporáneo mexicano, en esta oportunidad la plástica dejó su sello en la vestimenta diseñada por un artista del pincel como Guillermo Barclay. Vestimenta que no llegaba a ser "un show aparte" por la unidad que formaba con todo el espectáculo.

Y para quien ama la poesía y goza de la música y de la danza, una velada en el Polyforum Siqueiros, será una noche de alegría.