Resaltar búsqueda

Sigue de la página cinco

 

frente a este sueño y a esta aspiración, el fatalismo del ciclo humano: Adolescencia, madurez, vejez y muerte, que es aceptación de nuestro destino.

La expresión mímica es casi tan antigua como el hombre. Sirvió primero como lenguaje, después como arte y filosofía. Ahora, Marceau, sin privarlo de su carácter filosófico y artístico  -por lo contrario agudizándolos- enfatiza de nuevo su primigenio uso del lenguaje, como arma de lucha para borrar fronteras, para derrumbar los muros que aíslan al hombre y que le impiden la comunicación; y se entrega de lleno a un arte universal y humano que enlaza y estrecha los vínculos que todavía pueden unir a los hombres.

     Quiero terminar citando las palabras del propio Marcel Marceau para aquellos que

diorama

teatral

no han podido ver sus espectáculos, pues quien los ha visto una vez, no necesita sus palabras, ya que con su mímica, él lo dice todo:

      “El mundo de hoy quiere más que nunca encontrar un medio de comunicación mutua. Y la pantomima es un arte universal que rompe las

barreras de los idiomas y habla a personas de todas edades, de todas clases sociales y de todas nacionalidades. Pero sobre todo, es una iluminación y un reflejo de nuestros sueños secretos y de nuestras frustraciones. Su fuente es el tema más interesante del mundo: nosotros mismos”.