cumplido mejor con esa obligación es, por enésima vez, Alexandro Jodorowsky, con su
escenificación -verdadera obra maestra- de Víctimas del deber de Ionesco.
Dentro
del teatro tradicionalista, otros directores hicieron un papel brillante: José Luis Ibáñez, por Mudarse por
mejorarse; Ignacio Retes por su propia obra y por El hilo
rojo; Dimitrios Sarras, por Ajuste matrimonial; José Solé,
por Yerma y, dentro del teatro de estudio, José Estrada, por Jacobo o la sumisión y Se necesita de todo para hacer un mundo, en la que se reveló como un director imaginativo.
Actores
También por enésima vez, haciendo una mancuerna perfecta con Alexandro Jodorowsky, Carlos Ancira demostró que sigue a la
cabeza de los histriones de México. Víctimas del deber fue uno de esos milagros en los que
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los ríos confluyen en un punto exacto que es el del arte. Comparten lauros con Ancira, María Teresa Rivas y Héctor Suárez, este último constituyó una verdadera revelación.
Estamos acostumbrados a que Alexandro descubra actores.
Sobresalieron, también como en otros años, Augusto Benedico y Virginia Gutiérrez, por El hilo rojo (Benedico además por Rómulo Magno); Sergio Bustamante y Emilia Carranza,
por Ajuste matrimonial; Ignacio López Tarso, por Los hombres del cielo; Carlos
Fernández y Beatriz Sheridan por Diálogo entre el amor y un viejo y Mudarse por mejorarse y Carmen Montejo por Orfeo desciende.
Escenógrafos
Además de dos
pintores: Arnaldo Cohen -autor de la escenografía de Víctimas del deber y Vicente
Rojo -autor del diseño para Mudarse por mejorarse- sólo
Virgilio Leos, conocido como actor, se presenta como nuevo valor dentro
de la escenografía. Aparte de ellos,
volvieron a adquirir su rama de
laurel, los consabidos: David Antón y Julio Prieto.
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