Ni Enrique Reyes como director, ni
Germán Robles como actor, deben temer al artificio en una obra como ésta, en la que la fantasía reina sobre la escena. ¿Por qué no abandonar
la naturalidad cuando ésta no es necesaria, y más aún, cuando entorpece? El actor no está encadenado a ella, no debe estarlo al menos. Si Germán Robles se decide a dejarse llevar por la senda imaginaria que señala León Felipe, logrará dar esa atmósfera que los personajes de los cuentos reclaman... y Robles puede hacerlo.
Excelente
la selección musical realizada por Luis
Rizo e interpretada por él y su Conjunto Barroco Independiente.
|
Lorenzo
de Rodas anuncia para el día 21, El
bosque petrificado de Robert Sherwood, que alternará en horario con El Juglarón.
|