Amadeo (Comment
s'en débarrasser). Teatro Orientación. Autor, Eugène Ionesco. Traducción,
Álvaro Arauz. Dirección y escenografía, José Solé. Reparto: Carlos Ancira,
Pilar Souza, etc ....
Se ha dicho que Ionesco es oscuro y
cargado de símbolos, Y es verdad que utiliza una simbología, pero es diáfano,
claro. Los símbolos los utiliza en tal forma que hace que los dramas humanos se trasluzcan al través de las puertas tras de las que el hombre
se oculta.
Es esta obra, el drama de un matrimonio
en el que la mujer ha matado al amor. Ella lleva el peso económico de la casa
y no perdona. Es agresiva, frustrante. Él, por lo contrario, es optimista,
pasivo. Ante ellos crece cada día el cadáver de su amor, de sus perdidas
ilusiones, de su tolerancia. Ionesco toca todos los momentos por los que el
matrimonio pasa, desde la ocultación a los amigos y vecinos de su desgracia,
hasta esa otra cosa más subjetiva que es la imposibilidad de separarse del
drama que se vive en el hogar, así se vaya al trabajo o se huya de la casa.
El cadáver vive dentro del hombre y lo carcome.
José Solé, escenógrafo, logra ambientar
esta difícil obra, de modo magistral. Y José Solé, director, se coloca
definitivamente en primera línea. Dos escenas destacan, una en el primer
acto, cuando la mujer está trabajando y el hombre intentando
escribir, y la escena del recuerdo en el segundo acto, en la
que él habla de luz, de claridad y cristal, y ella de hierro y cadenas.
Las actuaciones de Pilar Souza y Carlos
Ancira, tocan el terreno de lo genial, recuerdan por un
momento la altura de aquellas inolvidables interpretaciones de Esperando a
Godot. Carlos y Pilar, se consagran definitivamente como dos de los
mejores intérpretes de la escena mexicana.
No podemos olvidar mencionar la
traducción, que es verdaderamente magistral.
Teatro Japonés: La mujer del abanico, La
princesa Aoi y El ropero del amor. Teatro del Granero. Autor,
Yukio Mishima. Director, Óscar Cossío. Escenografía, Ricardo Flores
y Rodolfo Uzeta. Reparto: Grupo Llorgas.
La magia, como una red que une todos
los puntos del espacio, entreteje estas obras que hablan en favor de la vida
y quizá en favor de la muerte, que al fin y al cabo no es sino una
consecuencia de la vida. Teatro moderno japonés en el que se adivina la
influencia occidental, pero que no pierde todo su carácter mágico.
Un
nuevo grupo surge y un nuevo director. Elementos sencillos sirven para
encontrar el arte. Y ellos lo han encontrado. La escena del barco en La
princesa Aoi -antigua leyenda japonesa- por sí sola, nos dice que hay un director que dará qué hablar. Excelentes interpretaciones como las de Graciela Orozco y Ángel
Casarín o Lourdes Canale y Guillermo Barba, nos dicen que hay que dar oportunidad
a estos jóvenes de desenvolverse. No deje usted de ver este espectáculo.
Los cuervos están de luto. Teatro Jorge Negrete. Autor, Hugo Argüelles.
Dirección, Virgilio Mariel. Escenografía, José Cava. Reparto: Carmen Montejo,
Alicia Montoya, Fernando Fernández, Eric del Castillo, Héctor Gómez, etc.
Aparece un nuevo autor con una obra que
podría definirse como un “cuento |
macabro”.
Trama ingeniosa que revela la mexicanísima postura ante la muerte. Nos
recuerda esas muertes‑títeres que tocan el tambor con sus brazos de
alambre. Sainete que infortunadamente cae en algunos momentos en el chiste
barato. Vendrían bien algunos tijeretazos cuidadosos. Los personajes bien
definidos, diálogo ligero. Esperemos que haya mayor vigor y trascendencia en
sus futuros |
|
Pilar Souza. [Pie de foto.]
escritos. En un autor capaz, al que habrá que
exigirle.
Carmen Montejo, cedió el primer puesto de la comedia
a Alicia Montoya. Rasgo del que pocas actrices son capaces. Vaya un “bravo” a
su actitud. Alicia hace una creación de su Piedad, típica esposa dominante. Y Carmen en su Mariana, “mosca muerta” de las que
hacen su propio juego, no pudo estar mejor. Se introduce a la escena teatral
Fernando Fernández, con una veraz y limpia actuación. Eric del Castillo y
Héctor Mendoza, bien, aunque los hemos visto demasiado en
similares papeles. Armando Velasco colgado en sus escenas. Bien el resto del
reparto.
La dirección, correcta en el primer
acto, lenta en el segundo y desquiciada en el tercero. En general una comedia
entretenida y bien interpretada.
Brigadoon. Teatro del Bosque. Autores, Lerner y Low. Dirección, Salvador Novo. Escenografía, Oliver Smith. Reparto, Hugo Avendaño, Graciela Garza, Jorge
Lagunes, Tell Acosta, etc.
Bella
leyenda. Buenos bailarines y buenos cantantes ¿Actuación? Apenas una rendija nos mostró a Carlos Nieto y a Miguel Suárez. Fuera de esto,
nada. Este género -los norteamericanos han descubierto la opereta- presenta sus más serias dificultades, precisamente, en que o se
escogen actores o se escogen bailarines y cantantes. Y es verdaderamente
difícil encontrar alguien que haga las tres cosas decorosamente. Se necesita
ser una Virma González, para suplir con gracia la falta de voz cantada. En Brigadoon, cada vez que un cantante o un bailarín
tienen necesidad de hablar, parece una representación escolar.
El ritmo demasiado lento. Y una falla
imperdonable en un director teatral: cada vez que en una escena hablada
alguien comienza a cantar, pierde toda relación con sus interlocutores y se
dedica a cantarle al público. Si esto resulta anticuado en la ópera, con
mayor razón en una revista musical moderna. La escenografía de muy buen
gusto.
Si gusta usted del género musical...
tampoco se la recomendamos. |
|