FICHA TÉCNICA



Título obra Sida... así es la vida

Autoría William Hoffman

Notas de autoría Nancy Cárdenas / adaptación

Dirección Nancy Cárdenas

Elenco José Alonso, Octavio Galindo

Espacios teatrales Teatro Julio Prieto




Cómo citar Bert, Bruno. "Material didáctico, no artístico
Sida... Así es la vida". Tiempo Libre, 1988. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>



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Teatro

Material didáctico, no artístico
Sida... Así es la vida

Bruno Bert

Hace ya un cierto tiempo que se está presentando en el teatro Julio Prieto la obra Sida... así es la vida de William Hoffman. Habría que considerarla desde dos ángulos distintos. El uno como material didáctico, el otro como trabajo artístico. La división puede parecer arbitraria, ya que cualquiera que sea el género de la obra, su finalidad de propuesta y su forma artística van mancomunadas e indisolubles. Sin embargo también es cierto que algunos trabajos destinados a la difusión de ideas provocan esta posibilidad de separar lo que ciertamente debiera formar un único.

Detallemos. La obra desarrolla, como pieza, el caso de un homosexual enfermo de Sida, y las alternativas de su vida, como artista de la pequeña burguesía, desde que se entera del mal hasta poco antes de su muerte.

Bajo un aspecto didáctico la propuesta abarca una doble vertiente: la de dignificar la calidad de homosexual y la de informar y desprejuiciar que mitología negra ronda a este mal relativamente nuevo que es el Sida. Y esto dirigido claramente a los sectores de clase media. De ahí las características del protagonista, el ambiente en que se mueve y el lenguaje utilizado por el autor, aunque en realidad se trate de una adaptación para el espacio mexicano a cargo mismo de la directora, es decir de Nancy Cárdenas.

Este sesgo de clase hace que se recurra a ciertos estereotipos habituales sobre el tema de la homosexualidad, y que en definitiva no se profundice demasiado, tratando en todo momento de captar la emoción del espectador sin herir excesivamente su sentido de la moral. Considerando todas estas limitantes, el objetivo pedagógico creemos que se logra bastante plenamente, y la nutrida asistencia de público en forma continuada nos dice que la obra llega a sus destinatarios, es decir a las familias que asisten clásicamente a este tipo de teatros, y además con buenos resultados, ya que los aplausos finales suelen ser sostenidos. Dado el prejuicio y la duplicidad que suele ser característica de la clase media en relación a la sexualidad, la finalidad de la obra puede resultar interesante, con un nivel bastante alto de claridad en el lenguaje y en las situaciones tanto en lo que al sexo hace como en función informativa en todo lo referente al Sida. Desde este punto de vista creo que la obra cumple con su cometido y justifica su presencia en cartelera como medio de superación de la ignorancia y el prejuicio, sobre todo teniendo en cuenta los altos índices que está tomando esta enfermedad en todo el mundo.

Ahora, desde el otro ángulo, es decir, como trabajo artístico, el material es absolutamente intrascendente y no avanza un ápice sobre las estructuras de dirección, puesta en escena y actuación que puede darse en cualquier comedia o melodrama que nuestro teatro comercial estrena comúnmente. Desde este aspecto el trabajo no reviste relevancia alguna. La situación no debe extrañarnos: en la difusión de ideas suele usarse este recurso, en donde lo formal queda por debajo de lo conceptual y en donde el teatro o el arte que se utilice se vuel ve sólo una vehiculización de lo que se quiere decir, rompiendo (a veces aparentemente) con la unidad artística. Naturalmente esto daría para una más extensa disquisición sobre la función comunicadora del arte, sobre la comunicación que no necesariamente es artística y sobre la unidad de forma y contenido. Pero este no es el espacio indicado. Volviendo entonces al caso particular de Sida... así es la vida recupera en su forma el sentido conformista del título, tratando de presentarse como un lugar común, es decir como algo perfectamente aceptable para mentalidades que suelen Moverse sobre ideas preconcebidas, aunque en este caso utilice el recurso con la intención de remozar a la altura de los tiempos los conceptos clasemedieros sobre la sexualidad y el Sida. Un material contradictorio con ciertos puntos de interés.

José Alonso y Octavio Galindo en Sida... así es la vida, de William Hoffman, adaptación y dirección Nancy Cárdenas, Teatro Julio Prieto (Xola y Nicolás San ,Juan, Del Valle, 543-34784martes a jueves (20:30), viernes y sábado (19:00 y 21:30), domingo (18:00 horas). (Fotografías de Luis Fernando Moguel)