El Día
Columna Se alza el telón
Teatro en provincia y su público
Malkah Rabell
La multitud de nombres formados por siglas introducidos en nuestra vida moderna, desorienta por su frecuencia, su significado se pierde, a muchos de ellos confundimos con otros, a menudo ignoramos a quienes y a qué señalan, en tanto su moda se extiende cada vez más v va no sólo a ilustres personajes se designan por sus iniciales, sino a cualquier amigo o conocido. ¿Saben ustedes qué es el SAHOP? Pues se trata de la Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas, cuyas siglas seguramente desconocen un 90% de la población mexicana. Desde el martes 3 de octubre hasta el 6 del mismo mes, en la hermosa ciudad de Morelia, capital de la no menos bella y polifacética, con sus variadas riquezas, Michoacán, se han llevado a cabo sus III Juegos Nacionales Deportivos v Culturales Internos, es decir realizados por obreros v empleados que laboran en el SAHOP en sus distintas dependencias a través de toda la República.
Como parte de estos juegos, en su sección cultural, se ofreció una serie de actos con danzas, música y teatro, que en esta página especialmente interesan. Grupos de Aguascalientes, Campeche. Durango, Nuevo León, Hidalgo, Baja California Norte, Yucatán, Estado de México, Zacatecas, Quintana Roo, San Luis Potosí, Distrito Federal, Sonora, Michoacán, Chihuahua, Oaxaca y Tamaulipas, se presentaron con danzas folklóricas regionales y con su música popular en las plazas públicas morelianas. Solamente el Estado de México Coahuila tuvieron la originalidad de recurrir a otro género: música y poesía el primero, y él segundo a una pastorela de autor anónimo. Este segundo, sobre todo llamó la atención, no por la calidad, sino por lo extraño, va que se antojaba un juego de arte naif, aunque realizado de un modo inconsciente, instintivo. El amplio grupo de Coahuila, formado por una treintena de personas, entre quienes figuraban hasta niños, cubiertos todos de trajes de vistosos colores, a todas luces confeccionados en casa, recitaban sus partes formados en una sola línea, frente al público, lo que daba una visión de los movimientos teatrales más primitivos, v nos recordaba, con su manera estática y monocorde de actuar, o de no actuar, a los espectáculos aldeanos. Según los responsables del grupo, la representación debía durar hasta 8 horas, pero ante la impaciencia del público en la Plaza de la Cultura, fue reducida a "sólo 4 horas". Decididamente, nuestros espectadores ni en provincia, tienen la paciencia de los chinos, quienes en los pasados siglos podían asistir a una representación durante varios días, armados con cestas de comida y de mantas para descansar.
El único grupo del teatro profesional fue el Galpón, invitado de honor con la obra de su repertorio: Prohibido Gardel. De este conjunto, va muy prestigiado en el DF hemos hablado en múltiples oportunidades en esta plana. Parece que el público de Morelia, pese a ser reducido en el teatro Ocampo, los admiró tanto como él de México. Y si en un principio permaneció frío, extrañado por lo ajeno de los problemas del lenguaje rioplatense, poco a poco fue compenetrándose con el ambiente, captando los problemas y aplaudiendo con entusiasta fraternidad a estos actores llegados de un país sometidos a la dictadura fascista: Uruguay, cuya tragedia nacional reflejaba este Prohibido Gardel, collage de sketches basados en tangos que solía cantar el famoso Gardel.
Salvo la compañía Galpón, todos los demás grupos estaban formados por colaboradores de la SAHOP, tanto lo eran sus actores como sus directores y escenógrafos. Ninguno de esos conjuntos era profesional, y casi todos se señalaban por su preferencia por dramaturgos nacionales, rasgo indudable positivo. El Centro SAHOP de Jalisco eligió El pequeño caso de Jorge Lívido, de Sergio Magaña: el Centro SAHOP de Tabasco presentó la farsa en un acto: El Dr. Cúralo todo de un compañero de labores, Agustín Pérez Martínez: el Centro SAHOP de Morelos ofreció Los apuros de un caminero, igualmente de un colaborador de la misma Secretaría, el licenciado Antonio Zamora: y el Centro SAHOP de Veracruz actuó en una obra de Miguel Sabido de varios cuadros acerca de la vida y de la personalidad de Emiliano Zapata, con el nombre de su protagonista: Zapata como título. Sólo el Centro SAHOP de Puebla recurrió a un autor universal, Moliere adaptando a la actualidad y a México su comedia Escuela de maridos. Y pese a la absoluta falta de experiencia del conjunto, el público reía de buena gana, participaba en el argumento va criticando va aprobando las actitudes de unos u otros de los personajes, y al final aplaudiendo con un entusiasmo que nos demostraba cuan actual en todos los tiempos puede ser un gran escritor.
También la falta de experiencia, así como la falta de dirección fueron rasgos predominantes en los demás grupos que los hacían caer en cierto infantilismo. Lo que no fue impedimento a que el público se divirtiera e interesara por actores y personajes, probablemente mucho más de que si estuvieran en un teatro profesional ante. excelentes intérpretes y difíciles puestas en escena. Tampoco son sus rasgos y capacidades histriónicos que importan en semejantes casos sino la utilidad cívica de su labor. En ciudades de provincia, donde las actividades sociales no ocupan excesivo tiempo, v por falta de distracción tantos jóvenes recurren a la embriaguez o a la droga, donde el teatro profesional no existe v no puede ser pagado por gran parte de la población, nada más sano que las actividades culturales y deportivas, que crean intereses colectivos. Y entre los primeros, nada más completo y apasionante que el teatro, la más maravillosa de las recreaciones, tan sólo como tal la hemos de mirar. Y es necesario felicitar a sus directores por la sensatez con la cual han elegido su repertorio: autores nacionales o Moliére.