FICHA TÉCNICA
Título obra El niño y la niebla
Autoría Rodolfo Usigli
Dirección Alejandro Bichir
Elenco Rafael Llamas, Oscar Moreli, Magda Guzmán, Odiseo Bichir, Sergio Desfassiaux
Eventos Temporada Popular de Teatro Mexicano
Cómo citar Rabell, Malkah. "El niño y la niebla". El Día, 1976. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>
TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO
imagen facsimilar
El Día
Columna Se alza el telón
El niño y la niebla
Malkah Rabell
El año pasado, en la cuarta temporada de "Artistas Asociados Cooperativa" Alejandro Bichir con la muy débil comedieta argentina: Depresión logró un espectáculo muy digno, que conquistó el voto del público como la mejor representación de la Temporada Popular de Teatro Mexicano. En la actual temporada, la quinta, no pudo lograr lo mismo con el drama de Rodolfo Usigli: El niño y la niebla, tal vez por falta de tiempo para ensayar y profundizar en las posibilidades de la obra. De lo cual él primero en ser consciente es el mismo Bichir.
Personalmente nunca El niño y la niebla fue de mi agrado, y consideraba esta obra inspirada en El padre de Strindberg, un Padre adaptado a México, en la época atormentada y de cambios bruscos, cuando acababa de ser asesinado Venustiano Carranza y subía a la presidencia Adolfo Huerta. También aquí como en El padre de Strindberg, nos enfrentamos a un matrimonio desunido, donde la mujer destroza al marido, quien en vano lucha contra sus tentáculos. Aquí, en lugar de una hija, por la posesión de quien luchan ambos cónyuges, es un muchacho de 15 años. Aquí también en lugar de ser El padre la víctima de la locura, lo es la madre, que la heredó de su familia. Como tema, los cambios son leves, en tanto lo son muy profundos, en el espíritu, intenciones y formas. Lo que en Strindberg es drama, en Usigli se vuelve melodrama, y aunque el ingeniero Estrada ha de ser la víctima de su esposa, es un hombre tan insoportable, dictatorial y maniático, que la simpatía del espectador se vuelca hacia la esposa. Según el autor el suicidio del hijo se debe a las maquinaciones de la madre, según la lógica más simple, el padre es mucho más culpable de la psicosis de su hijo, con su insistencia en no dejarlo vivir como un niño normal, en no tener amigos y en no hacer ningunos ejercicios físicos.
Mas, para el público mayoritario, al cual va dirigida en especial esta temporada popular, Strindberg hace unos años fue un fracaso, en tanto El niño y la niebla es un triunfo. Y cada telón caía acompañado por entusiastas aplausos. Y también este aspecto es muy importante. Se trata de conquistar a un público poco o nada acostumbrado a frecuentar el teatro y las anteriores temporadas han tenido mucho que luchar para ganar poco a poco al espectador. También fue ganando en calidad. Porque en fin de cuentas la representación contó con un buen reparto, que tal vez no dio todo lo que pudo. Rafael Llamas en el papel del ingeniero Estrada, excelente actor que obtuvo en 1975 el premio por la mejor actuación masculina del año en ¿Conoce usted la Vía Láctea?, no está físicamente adecuado al personaje. Se trata de una figura más débil, más inseguro de sí mismo que la sugerida por el actor tanto en su aspecto como en su interpretación. Oscar Moreli, como el amante de Marta, parecía físicamente menos digno de ser el preferido que el marido. En cuanto a Magda Guzmán en el papel de la esposa, creaba un personaje menos sicótico que su cónyuge. La señora Guzmán es una actriz con mucha rutina, pero de mucho menor creatividad. Odiseo Bichir, en el papel del hijo, que pudo haber sido un personaje de impacto, desaprovecha las posibilidades..En cambio, Sergio Desfassiaux, que nunca vi actuar con anterioridad, me parece un jovencito digno de muchas esperanzas.
Lo más importante del espectáculo fue el público que llenaba la sala.