FICHA TÉCNICA



Título obra Cándido

Notas de autoría Voltaire / autor del cuento homónimo; Jean Menaud / adaptación teatral

Dirección Jean Meneaud

Grupos y Compañías Teatro de Capricornio

Elenco Jean Meneaud, Lydia Pruvot, Annie Savarin

Eventos Festival Cervantino de Guanajuato




Cómo citar Rabell, Malkah. "El grupo francés en Cándido". El Día, 1976. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>



TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO

imagen facsimilar

El Día

Columna Se alza el telón

El grupo francés en Cándido

Malkah Rabell

No se trata de la comedia musical que con el famoso cuento filosófico de Voltaire, y con la música de Leonard Bernstein (el autor de la música de West Side Story) se presenta actualmente con un apoteótico éxito en los Estados Unidos. Este Cándido que trajo a México el grupo Teatro de Capricornio llegado de Francia para el Festival Cervantino de Guanajuato, es específicamente un espectáculo de búsqueda, cuyo experimento aúna los más diversos elementos: danza, canto, proyecciones, grabaciones, máscaras, cuadros vivos, lo grotesco y lo dramático, lo humorístico y lo filosófico. Todos estos elementos exhibidos con una férrea disciplina, con una perfección donde ni un pelo se mueve fuera del lugar señalado por el director-adaptador y actor estelar, Jean Meanud, veces alcanzan una auténtica belleza, conquistan estética, pero a la vez dan como resultado una representación incapaz de conmover, de emocionar o de entusiasmar. Asistimos a la representación con una objetiva admiración y con una subjetiva frialdad. ¿Será ésta la maldición del teatro moderno? ¡Mucha inteligencia y poca emoción!

Lo llamativo del espectáculo es la juventud del adaptador y a la vez primera figura de la obra, Jean Menaud, un Cándido nato, un Cándido físicamente hermoso con una hermosura de primera comunión, un Cándido que sigue siendo joven en tanto todos en su derredor han sufrido las crueldades del tiempo y han envejecido tanto espiritual como físicamente, se han vuelto feos y chochos. En primer término, la mujer que amaba y en cuya búsqueda emprendió largos viajes por toda Europa, su hermana de crianza, Cunegunda. Según dice el programa de mano: "Como un Tom Jones va a correr grandes aventuras, atravesando ileso enormes catástrofes, sangrientas invasiones y fenómenos atmosféricos, y su bello optimismo no será mermado ni por el cruel soldado búlgaro, ni por el codicioso comerciante holandés Van Der Den Dur, ni por el gran inquisidor, ni siquiera por las habladurías de una vieja aventurera..." En realidad todas estas figuras atraviesan el escenario con tal rapidez, más de símbolos que de seres de carne y hueso, que muy pronto las olvidamos. Toda la mordaz sátira del optimismo metafísico de Leibnitz, que Cándido aprende de su inefable maestro Pangloss, y que en Voltaire era una crítica a toda suerte de optimismos fáciles y simplistas, no "cuaja" en el espectador. Hay demasiados elementos que son como centelleantes estrellas, nos sorprenden por su brillo, por un gesto, por una danza, una máscara graciosa o grotesca, sin que nos diéramos cuenta de su significado intelectual. La encarnación de una idea en un personaje, la subordinación del desarrollo argumental a la exposición doctrinal, las constantes tesis y antítesis colocados en boca de seres ficticios, forman en el escenario una danza tal de fantásticas sombras, que los destellos de la inteligencia voltairiana se pierden, nos quedamos con el espectáculo plástico, pero con muy poco de la obra filosófica que tampoco adquiere carne dramática, carne de obra teatral.

La interpretación de todos los actores es estupenda, desde Lydia Pruvot –como Cunegunda– que es una bailarina clásica, consumada, una actriz deliciosa y una joven más expresiva que realmente bella, hasta Annie Savarin, que tiene este don de las actrices de carácter francesas, que siendo jóvenes pueden parecer viejas, y también al revés, siendo ya entradas en años logran dar la imagen de la juventud.

Un espectáculo interesante que de volteriano tiene muy poco, pero nos ofrece una excelente muestra de teatro experimental, de teatro que busca un nuevo lenguaje de acuerdo con nuestro tiempo, y que puede ser una estupenda muestra en este campo para todos nuestros jóvenes directores.