FICHA TÉCNICA



Título obra Judith

Autoría Jean Giraudoux

Notas de autoría Xavier Villaurrutia y Agustín Lazo / traducción

Dirección Jaime Cortés

Elenco Germaine Unikowski, Claudio Obregón, Juan Lartundo, Pablo López del Castillo, Itzu Weiss, Miguel Reyes, Sergio Legaspi, José Luis Pumar, Humberto Flores, Clemencia Manrique, Francisco Vázquez

Escenografía Serafín Gordon

Vestuario Serafín Gordon

Espacios teatrales Teatro La Capilla




Título obra Dos docenas de rosas escarlata

Autoría Aldo de Benedetti

Notas de autoría Amadeo Recanatti / traducción

Dirección Enrique Rambal

Elenco Lucy Gallardo, Enrique Rambal, Miguel Córcega, Rosa Lucila Balzaretti

Escenografía Julio Prieto

Espacios teatrales Teatro del Músico




Título obra La carroza del santísimo

Autoría Próspero Merimée

Notas de autoría Álvaro Arauz / versión

Dirección Xavier Rojas

Elenco José Baviera, José Solé, Luis Mussot Jr., Edmundo Barbero, Roberto Cardin, Rosenda Monteros

Escenografía Jorge Contreras

Espacios teatrales Teatro El Granero




Cómo citar Reyes, Mara (seudónimo de Marcela del Río). "[Judith, La carroza del santísimo]". Diorama de la Cultura, 1959. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>



TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO

imagen facsimilar

Diorama de la Cultura, Excélsior

Columna Diorama Teatral

[Judith, La carroza del santísimo]

Mara Reyes

Judith. Teatro La Capilla. Autor, Jean Giraudoux. Traducción, Xavier Villaurrutia y Agustín Lazo. Dirección, Jaime Cortés. Escenografía y Vestuario, Gordon. Reparto: Germaine Unikowski, Claudio Obregón, Juan Lartundo, Pablo López del Castillo, Itzu Weiss, Miguel Reyes, Sergio Legaspi, José Luis Pumar, Humberto Flores, Clemencia Manrique, Francisco Vázquez, etc.

Es bueno saber que existen grupos de jóvenes que trabajan de una manera seria y con anhelos de superación. La obra, como todo lo de Giraudoux es de una gran belleza literaria. El autor hace conjugar dos posturas diversas; por un lado la de Judith, que no mata para salvar a un pueblo, sino por amor, para poder conservar perfecta una noche de amor. Y por otro lado las razones de estado, la política, la religión, que necesitan que el pueblo piense que Judith los ha salvado y cierra les ojos a la verdad de Judith, aun cuando esta sea blasfema, con tal de salvaguardar las apariencias.

Giraudoux, igual que Anouilh en Antígona, utiliza los anacronismos para dar altema un carácter universal, no tanto en el espacio como en el tiempo.

No se puede pasar por alto la excelencia de la traducción en la que no pierde la obra un átomo de la riqueza literaria que posee en francés.

La dirección de Jaime Cortés, en la que se puede atisbar una constante búsqueda, tiene aciertos de mérito.

Germaine Unikowski, joven actriz que protagoniza esta tragedia, posee enormes facultades además de buena voz, y figura. Destacan de entre los actores Claudio Obregón, Francisco Vázquez, Humberto Flores y Juan Lartundo.

Dos docenas de rosas escarlata. Teatro del Músico. Autor, Aldo de Benedetti. Traducción de Amadeo Recanatti. Dirección, Enrique Rambal. Escenografía, Julio Prieto. Reparto por orden de aparición: Lucy Gallardo, Enrique Rambal, Miguel Córcega y Rosa Balzaretti.

Una mujer casada, va poco a poco dejando de sentirse seductora: la vida cotidiana va borrando sus encantos. En el momento en que siente que es solicitada se deja llevar sin resistencia, por el sólo placer de volverse a sentir seductora.

Miguel Córcega, se coloca en primera fila, su papel es el de mayor lucimiento en la comedia y él lo sabe aprovechar. Enrique Rambal escoge para sus apariciones diferentes tipos de personajes: unos de lucimiento y otros de descanso. Esta comedia es de las que para él representan descanso. Lucy como siempre, simpática y elegante Diversión blanca.

La carroza del santísimo

Teatro del Granero, Autor, Próspero Merimée. Versión de Álvaro Arauz. Dirección, Xavier Rojas. Escenografía, Arq. Jorge Contreras. Reparto: (por orden de aparición): José Baviera, José Solé, Luis Mussot Jr., Edmundo Barbero, Roberto Cardin y Rosenda Monteros.

En La carroza del santísimo –que en su texto original tiene únicamente un acto y no tres como la versión que de ella ha hecho Álvaro Arauz– Merimée hace una sátira de gran finura de las formas de gobierno virreinal de la América española. El tema de la sátira es simple, pero entreteje mil detalles de la vida de aquella época y de las ideas que predominaban, Por ejemplo, el concepto que del pueblo tenían los altos dignatarios está pintado en aquella frase en que el virrey dice, que como una consideración al pueblo debe él usar sus condecoraciones para que el pueblo lo admire. La ironía alcanza incluso a los eclesiásticos, quienes rinden pleitesía a una mujer, comediante y sujeto de varios escándalos, cuando ella, después de conseguir regalada la carroza del virrey, la regala a su vez al Santísima Sacramento, para que éste le pueda ser otorgado con prontitud a los moribundos.

Los años por los que transcurrió la vida de Próspero Merimée, fueron años de lucha en contra del clasicismo. La literatura moderna buscaba sus propios caminos y al mismo tiempo estaba impregnada de una protesta social contra el régimen antiguo que había engendrado el clasicismo. El romanticismo se abría paso.

La gota que padece el virrey, es una de las máximas dificultades que podían presentírsele a Xavier Rojas en la dirección de esta obra, pues el escenario redondo requiere un movimiento continuo de los personajes. Hay que recalcar además que en todos los actores se nota la mano maestra de este magnífico director; tanto en Rosenda Monteros, a quien nunca habíamos admirado tanto, como en Luis Mussot Jr., que logra una creación de su personaje, en José Sole, medido, sobrio. ¡Qué diferencia entre la comicidad exagerada en la que cayó en Romanof y Julieta y ahora! José Baviera, como actor genérico, logra una de sus mejores interpretaciones. Actúa con sinceridad y con pleno dominio técnico.

Muy bien, Edmundo Barbero y Roberto Cardín. El arquitecto Contreras logró ambientar perfectamente la acción a pesar de las restricciones que plantea el escenario redondo.