FICHA TÉCNICA
Título obra Un macho
Autoría Edmundo Báez
Dirección Fernando Wagner
Elenco Leonor Llausás, Noé Murayama, José Gálvez, Alicia Gutiérrez
Escenografía Antonio López Mancera
Espacios teatrales Teatro Fábregas
Título obra María Estuardo
Autoría Friedrich Schiller
Notas de autoría Manuel Tamayo Benito / traducción
Dirección Fernando Wagner
Elenco Virginia Manzano, Carmen Montejo, Amparo Villegas, Virginia Manzano, Amparo Villegas, Mario García González, Mario Orea, Carlos Bribiesca, Carlos Navarro, Ángel Casarín, Rafael Llamas, Agustín Balvanera
Escenografía Antonio López Mancera
Espacios teatrales Teatro del Bosque
Cómo citar Reyes, Mara (seudónimo de Marcela del Río). "Los estrenos de Wagner". Diorama de la Cultura, 1959. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>
TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO
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Diorama de la Cultura, Excélsior
Columna Diorama Teatral
Los estrenos de Wagner
Mara Reyes
Un macho. Teatro Fábregas. Autor, Edmundo Báez. Dirección, Fernando Wagner. Escenografía, Antonio López Mancera. Reparto: Leonor Llausás, Noé Murayama, José Gálvez, Alicia Gutiérrez, etc.
Hay ocasiones en que no se comprenden las equivocaciones. ¿Cómo es posible que la Unión Nacional de Autores haya puesto en escena bajo su patrocinio una obra como Un macho? No pueden escudarse en el pretexto de que no había otra obra mejor. Ahí está A Medio Camino, de Carlos Prieto, que acaba de ser puesta por aficionados en el teatro de Recursos Hidráulicos y muchas obras más.
No se comprende tampoco cómo Wagner, en los momentos en que preparaba la presentación de María Estuardo, obra que encaja con su sensibilidad, se atreve a dirigir Un macho después del brillante papel que desempeñó en la dirección de Experimento Sagrado (Así en la tierra como en el Cielo). Desconocemos las razones por las cuales haya aceptado dirigir esta obra (?) [sic] pero creo que ninguna puede ser lo suficientemente valedera para justificar un hecho que va en su propio demérito.
La obra está anunciada como farsa. Y hay quien asegura que fue Wagner quien no supo darle el ambiente y la interpretación adecuados. Yo pienso que si bien los temas mexicanos no son de ninguna manera el fuerte de Wagner y que no tiene una comprensión profunda de ellos, también creo que Un macho no es una farsa, lo mismo que no es una pieza dramática. Sus parlamentos, de una pobreza increíble, no encajan en ninguno de los dos géneros, pues para que un diálogo sea concordante lo primero que se necesita es que exista.
Considero que el único que puede justificar su participación, es Noé Murayama, a quien por primera vez le da la oportunidad de tener el papel estelar, papel que él intenta por todos los medios sacar adelante.
Es de lamentar que el público de México, aún esté tan cohibido, pues en cualquier otro país en el que el teatro esté convenientemente desarrollado, la obra se hubiera “meneado”. Y señores miembros de la Unión Nacional de Autores, procuren por propia conveniencia no desprestigiar al teatro mexicano.
María Estuardo. Teatro del Bosque. Autor, Friedrich Schiller. Traducción, Manuel Tamayo Benito. Versión escénica y dirección, Fernando Wagner. Escenografía, Antonio López Mancera. Reparto: Virginia Manzano, Carmen Montejo, Amparo Villegas, etc.
Es verdaderamente inconcebible que un director pueda con tan sólo 24 horas de diferencia, impresionar de tan distinta manera a un público. María Estuardo, es indudablemente una de las obras que con mayor propiedad han sido representadas en nuestros escenarios. En esta magnífica tragedia, llevada a la escena como acto de conmemoración del bicentenario del natalicio de Schiller, el poeta toma como tema un pasaje histórico de Inglaterra: el momento en que María Estuardo, al huir de Escocia después de su casamiento con el asesino de su anterior esposo, se refugia en el reino de su hermana Isabel, en donde en lugar de encontrar protección es hecha prisionera.La escena en la que las dos reinas –Carmen Montejo en el papel de la reina prisionera y Virginia Manzano en el de Isabel de Inglaterra– se encuentran por primera y única vez, es de gran fuerza dramática. Cada una de ellas representa dos posturas políticas y religiosas. Isabel ha llevado a cabo la Reforma y en torno a María Estuardo se organiza la Contrarreforma. Los matices con que fueron actuadas ésta y otras muchas escenas dieron a la representación la calidad dramática que la obra de Schiller merecía.
Aún cuando la traducción deja mucho que desear, puede apreciarse la enorme riqueza poética y la profundidad de pensamiento del poeta. Y los cortes que Wagner realizó en el texto no hicieron que la obra perdiera en unidad y evitaron en cambio, que pudiera resultar fatigosa.
La escenografía de López Mancera fue un magnífico marco, pues supo resolver todos los problemas con ingenio y verdadero arte; lo mismo puede decirse de la fastuosidad del vestuario.
Carmen Montejo, quien desde su aparición en escena se le ve dueña de un auténtico señorío, mantiene en todo momento un nivel de actuación de actriz en toda plenitud; ésta y la no menos extraordinaria Virginia Manzano, encabezaron un reparto que estuvo al nivel de las circunstancias. Amparo Villegas, Mario García González, Mario Orea, Carlos Bribiesca, Carlos Navarro, Ángel Casarín –estos dos últimos reaparecen después de larga ausencia– Rafael Llamas y Agustín Balvanera, lograron actuaciones de gran calidad.