FICHA TÉCNICA
Título obra 2 más 8 en pop
Dirección Juan José Gurrola
Elenco Pixie Hopkin
Espacios teatrales Teatro Jesús Urueta
Cómo citar Maria y Campos, Armando de. "2 más 8 en pop, en el Teatro Jesús Urueta". El Heraldo de México, 1966. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>
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El Heraldo de México
| 17 de junio de 1966
Columna Escenarios
2 más 8 en pop, en el Teatro Jesús Urueta
Armando de Maria y Campos
Se busca afanosamente, casi con histeria, entre rusos y norteamericanos, llegar cuanto antes a la luna. Y nadie se preocupa del sol. Se dice, y es verdad que no hay nada nuevo bajo el sol; porque la historia, cansada de crear, se repite.
Ahora causa pasmo entre algún sector de la juventud "que no sabe lo que quiere, ni en dónde está, ni a dónde ir", un espectáculo que se presentará y probablemente seguirá presentándose en el teatro Jesús Urueta, 2 + 8 en pop, como lo más nuevo, fiel reflejo del sector juvenil ya citado. Pues bien, este espectáculo se conoce desde hace más de un siglo por "conjunto excéntrico", por las excentricidades que comete en el escenario con la ayuda y aún con la colaboración de un público que le es adicto. Para que no crea que hablamos a ojo de buen cubero le diremos al lector que excentricidad, según la Academia de la Lengua Española es rareza o extravagancia de carácter, dicho o hecho raro, o anormal o extravagante. Un excéntrico es aquel que está fuera del centro o que tiene un centro diferente. No otra cosa es 2 + 8 en pop. Pero el público aúlla cuando un cuarteto de cuerdas, o un baterista, o un guitarrista o un pianista se sale de su centro. Es un espectáculo lo más sencillo que el lector pueda imaginar. Simple desfile de canciones por los "cinco a priori", que son dos violines, una viola, un cello y un tumbas. No falta la batería, ni la guitarra. Estos cinco cantan arreglos de canciones, y le dicen al público chistes improvisados, aunque sujetos a un guión, que es como una lucecilla que los guía en la oscuridad. Con los "cinco a priori" alterna y actúa una joven cantante de origen inglés, de indudable personalidad, y que al parecer tiene experiencia en centros nocturnos de diversas partes del mundo. Habla e improvisa y canta, con ayuda del micrófono, arreglos de canciones inglesas mezclando el nombre de Shakespeare, el de Coward, con compositores mexicanos que comienzan a brillar. La segunda parte del programa lo cubre en su mayoría Pixie Hopkin.
La joven se llama Pixie Hopkin y tiene ése "algo" que la hace diferente a tantas crooners como por el mundo farandulero andan. A veces canta con una ternura que realmente conmueve, otras se abandona a la rampa de la excentricidad.
El programa tiene un desarrollo en el que se cuida que el orden esté desordenado; un pequeño caos; en realidad es un concierto por varios excéntricos que el sol de los tiempos conoce de memoria.
Se dan créditos a una escenografía desorbitada, a una iluminación normal y todo está dirigido por el joven Juan José Gurrola; que dirige como le da la gana y permite que sus excéntricos hagan lo propio. Para los "nuevos", casi todo es nuevo; para los que sentimos que el sol aún quema nuestras bardas nos produce una sonrisa de comprensión y una respuesta a la pregunta asentada arriba: en efecto, la juventud de ahora, la nuestra y la de otras partes, no sabe lo que quiere, no sabe dónde está y, naturalmente no sabe dónde ir...