El Heraldo de México   |   25 de febrero de 1966

Columna Escenarios

El no y el sí del teatro en el Jiménez Rueda del INBA

Armando de Maria y Campos

Teatro del INBA presenta dos obras en un acto en el coliseo al que ha impuesto el nombre de un estimable dramaturgo mexicano, Julio Jiménez Rueda. Estas dos obras, la primera un acto corto, la segunda un acto de mayores dimensiones, podía dar pie para un ensayo que se titulara El sí y el no del teatro por la sencilla razón de que una es teatro auténtico y magnífico y la otra un episodio novelesco dialogado.

La pieza de Fernando Sánchez Mayans titulada Un joven drama es propiamente una novela de muy cortas dimensiones en la que el autor relata a su capricho un episodio que en ninguna forma justifica su escenificación. Podría recomendarse como teatro para leer, porque la lectura no marca límites a las fronteras del arte de escribir. Recomendamos la lectura de Un joven drama y reconocemos y proclamamos la excelente actuación de la gran actriz Virginia Gutiérrez en la protagonista de esta obrita.

El caso de Un Fénix demasiado frecuente del eminente dramaturgo inglés Christopher Fry es un verdadero sí del mejor modo de hacer teatro.

[p. 7c]

Fry, que inició su carrera de dramaturgo en 1938. única techa válida tratándose de un autor de teatro, está considerado como uno de los más eminentes autores ingleses contemporáneos y reconocidos en el mundo teatral por su originalidad en el tratamiento de los temas y por la finura, claridad y belleza de su poesía.

El tema de Un Fénix demasiado frecuente no es ni siquiera original y sin embargo está tratado con novedad, belleza, ironía y dominio de la técnica. Está inspirado en un cuento de El satiricón, y sus personajes pertenecen al tiempo, porque la situación teatral en que se encuentran tiene vigencia en cualquier época. Fry la llevó bien atrás, a los días en que cantaba Homero, y la desarrolla con esa difícil facilidad que da la mano al moverse sola, guiada por la inspiración.

Intervienen en su interpretación Virginia Gutiérrez y Alfonso Meza, protagonistas de la obra de Sánchez Mayans, y Martha Ofelia Galindo, que revela aptitudes de actriz cómica. Virginia vuelve a mostrarse excelente comediante, versátil y firme como lo que ya dije antes: una notable actriz. Meza cumple en las dos interpretaciones. La escenografía para las dos piezas es de David Antón, que conoce bien su oficio, y la dirección de Óscar Ledesma mejor en la pieza de Fry que en la de Sánchez Mayans.