FICHA TÉCNICA



Título obra El león de invierno

Autoría James Goldman

Dirección Salvador Garcini

Elenco Claudio Obregón, Pilar Pellicer, Claudia Ramírez

Escenografía David Antón

Espacios teatrales Teatro Julio Prieto




Cómo citar Bert, Bruno. "El león de invierno
Ronda del Becket de Jean Anhouil". Tiempo Libre, 1987. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>



imagen facsimilar


Teatro

El león de invierno
Ronda del Becket de Jean Anhouil

Bruno Bert

Becket anda presente aunque casi no se lo nombre. Tal vez no tanto el Becket histórico, contemporáneo y amigo de este Enrique II de Inglaterra que resulta protagonista de la obra de James Goldman y al que él manda a matar sólo unos años antes de la fecha en que transcurre la acción. Sino más bien el Becket, obra de teatro de Jean Anouilh, que viéramos hace cerca de veinticinco anos en algún otro país y que sin embargo resurgió a la memoria frente a este León en invierno montando ahora por Salvador Garcini en el teatro Julio Prieto con las actuaciones de Claudio Obregón como Rey Enrique y Pilar Pellicer en el lugar de Leonor de Aquitania.

Y las similitudes se dan tanto en las obras como en la puesta. En las obras porque en ambas predomina el texto sobre cualquier otra consideración, en ambas hay como una delectación del escritor para la construcción de la frase, para la resolución de una escena, para el ingenio que hace y deshace sorprendiendo por la brillantez de lo que se dice, por la profundidad de un concepto, por el humor y la acidez de una réplica: Lo que se llama una obra de autor de pie a cabeza. En lo que hace a la puesta porque hay resoluciones similares muy apegadas a lo clásico de un teatro que casi tres décadas más tarde ha tendido a incursionar por otros caminos y a usar a los espacios y a los actores de maneras más novedosas o tal vez más efectivas, fuera de los convencionalismos normales, como sería, por ejemplo, el de llevar a proscenio una y otra vez al actor que porta el parlamento principal y hacerlo hablar de cara al público y de espaldas a su verdadero interlocutor. Pero en realidad las imágenes que vemos en esta puesta puede que estén más unidas a ciertas propuestas cinematográficas ya que esta obra fue llevada al cine, como muchos recordarán, con la participación de una pareja de primer orden en los roles principales. Muchos momentos recuerdan este antecedente por lo que es posible que tanto el director como los actores hayan encontrado como pertinente estimulador a aquella versión en la pantalla.

Este León en invierno es en realidad bastante contradictorio en su realización, ya que auna elementos altamente interesantes —como lo es el mismo texto, el telón de gasa con imágenes tomadas del tapiz de la Reina Matilde, el magnífico vestuario y los elementos de joyería, ambos muy bellos y con el espíritu de la época— con otros francamente asombrosos por su mediocridad; ya sean estos la dirección, que no trasciende los limites de un modesto puestismo o la escenografía a cargo de David Antón y que aparece como un paquidermo para nada funcional, escasamente ilustrativo y engorrosísimo -en su manejo y desplazamiento. Claro que las cortinas (bellas también en su recuerdo a los famosos tapices medioevales de Apocalipsis) cubren en la obra una función importante, pero realmente creemos que no era necesario colgarlas de semejantes aparatos por más reminiscencias a cierto tipo de teatro que tengan, y que tal vez su sustitución hubiera significado un alivio para la producción (nada despreciable por cierto) y para el público que francamente se distrae enfrente a las "grandes maniobras" que significan los cambios de escena.

¿Y tos actores? El plantel es francamente interesante y de los nombres que lo componen —al menos los principales— no necesitamos hacer mención por su largo prestigio, pero sin embargo se encuentran bastante solos. No en sus movimientos de escena; sino en la búsqueda de sus emociones, apareciendo entonces una especie de sobreactuación por una parte y de cotidianización excesiva por otra que los quita de la línea que pareciera pedir el trabajo. Y esto a pesar que entendemos perfectamente que los personajes a su vez actúan haciendo un juego de teatro dentro del teatro. Pero aquí es la mano del director la que indica matices, contenido, o al menos tonos para el caso extremo.

De todas maneras este León en invierno puede ser gustado si no exigimos "demasiado" o nos atraen los buenos textos y algunas bellas imágenes.

Claudia Ramírez y Pilar Pellicer en El león en invierno, de James Goldman, dirección Salvador Garcini, Teatro Julio Prieto (Xola y Nicolás San Juan, Col. Del Valle, 543-3478), martes a jueves (20:30), viernes y sábado (19:00 y 21:30) y domingos (18:00 horas). (Fotografía de Luis Fernando Moguel.