FICHA TÉCNICA



Título obra Secreto a voces

Autoría Rosa Margot Ochoa

Dirección Fernando Wagner

Elenco Manolita Saval, Magda Donato, Magda Guzmán, Aracelia Chavira, María Elena Orendáin, Sally López, Marta Elena Cervantes, Rebeca San Román

Escenografía David Antón

Espacios teatrales Teatro Basurto




Cómo citar Solana, Rafael. "Secreto a voces de Rosa Margot Ochoa, dirige Fernando Wagner". Siempre!, 1960. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>



TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO

Siempre!   |   25 de mayo de 1960

Columna Teatro

Secreto a voces de Rosa Margot Ochoa, dirige Fernando Wagner

Rafael Solana

Vista sobre la escena, la comedia Secreto a voces de Rosa Margot(1) (¿por qué no Rosa Margarita que es una combinación floral muy de moda en los mundos de la realeza y de la fotografía?) Ochoa nos pareció mucho menos cómica que leída; el director, Fernando Wagner, subrayó la parte sentimental, probablemente creyendo que eso haría la obra de más público (a las señoras, se dice, les gusta mucho más llorar que reír); si cuando la leíamos pensamos en una comedia de Anaya o de Prieto, cuando la vimos representada nos hizo pensar en algo más espeso y un poco más cursi, en algo como de Catalina D´Erzell, como de Julia Guzmán, como del maestro Novo o como de Marissa Garrido.

Será que el director, en vez de cargar la mano sobre la indiscutible gracia de Manolita Saval, o sobre la incuestionable vis cómica de Magda Donato, la cargó sobre unas caras un poco retorcidas y amargas de Magda Guzmán, de Aracelia Chavira, de María Elena Orendáin, que es tan chistosa, cuando quiere, y hasta de Sally López, que otras veces se ha limitado a enseñarnos su anatomía y esta vez pretendió estrujar nuestros corazones con sus pequeñas tragedias. También a la guapa y recién casada señorita Cervantes prefirió el director explotarla por un ángulo sentimental (era en realidad el único papel que así lo exigía) y en cuanto a la comicidad de Rebeca San Román, nos pareció buscada por medios violentos, exagerados, y fuera del buen gusto. Los papeles de hombre (como suele suceder en las obras escritas por mujeres) son episódicos; los hombres sólo están en el mundo (en estas comedias) para dar a las mujeres motivos de lágrimas, de intrigas, de combinaciones, de planes y de ilusiones; pero no tienen personalidad propia.

Creemos que Wagner se limitó esta vez a una dirección de carácter comercial; en cuanto a la escenografía, de David Antón, no hemos conocido a este multipremiado pintor ninguna más pobre ni más descuidada.


Notas

1. Se presentó en el teatro Basurto. P. de m. A: Biblioteca de las Artes.