FICHA TÉCNICA



Título obra Cadena perpetua

Autoría Luis G. Basurto

Dirección Luis G. Basurto

Elenco Blanca Torres

Espacios teatrales Teatro Virginia Fábregas




Cómo citar Maria y Campos, Armando de. "Cadena perpetua, de Luis G. Basurto, en el teatro Virginia Fábregas". Novedades, 1965. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>



TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO

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Columna El Teatro

Cadena perpetua, de Luis G. Basurto, en el teatro Virginia Fábregas

Armando de Maria y Campos

Luis G. Basurto, veinticinco años de teatro celebrados jubilosamente hace días, vuelve a México después de dos años de recorrer el kilómetro al frente de su farándula, y estrena una pieza ante la expectación del público que lo sigue. Basurto es un hombre de teatro que de este, sus trucos, sus trampas, sus recursos, se las sabe todas, de todas, todas. Y, llegando el momento, recurre a todo lo que sabe. Así en su melodrama, de premeditado corte antiguo, Cadena perpetua, largo y tremendo como una noche sin sueño, en el que no hay recurso teatral que no emplee.

Bien construida la pieza, abunda, sin embargo, en escenas innecesarias; el argumento es –como se diría es una clasificación oficial– "para todos los públicos". Y los personajes igual. Basurto los crea, los mueve a su antojo, sufren y aman como él quiere, y les pasa lo que a los títeres, que no son nada sin la mano del movilista, mejor dicho, del titiritero. Naturalmente, les falta ese calor de humanidad que es el palpitar de la vida. El público sigue con interés el desarrollo de la complicada trama, un poco como se atiende al curso de una telenovela. Cadena perpetua será obra discutida, pero nadie discutirá que es muy basurtiana.

Como sucede en la selva, los árboles se confunden, y en ocasiones no dejan ver el bosque. La multiplicidad de personajes los hace necesariamente difusos; a veces pasan como sombras o como proyectos de caracteres. Eso ocurre hasta en las mejores comedias...

Basurto nos proporcionó la sorpresa de varios intérpretes nuevos "en esta plaza teatral". En primer término, Blanca Torres, de la que nos reservamos un juicio más justo, pero de la que anticipamos que sabe hablar en escena y que posee temperamento interesante. De los otros debutantes esperamos cautelosa y cariñosamente una segunda actuación. Los actores o actrices ya conocidos se portan como quien son y sirven sumisos a la dirección de Basurto.

Esta, la dirección, es sencilla y en general sin problemas. La escenografía es propia para los tres climas cronológicos en que se desenvuelve la acción, de 1900 a 1926. La acción, por supuesto, se desarrolla en la ciudad de México. El público agradecería al autor que ascendrara los sucesos. Que Basurto recuerde a Gracian: si lo bueno breve, etcétera. El público, generoso y un poco de casa, aplaudió al final a los actores y, naturalmente, al autor.