FICHA TÉCNICA
Título obra Despertar de primavera
Autoría Frank Wedekind
Notas de autoría Manuel Pedroso / traducción
Dirección Juan José Gurrola
Notas de dirección Roberto Rojas / dirección técnica
Grupos y Compañías Grupo de Teatro de la Escuela Nacional de Arquitectura
Elenco Gastón Melo, Roberto Dumont, Lucille Urencio, Luz del Amo, Nancy Cárdenas, Augusto C. Montero
Espacios teatrales Teatro de la Ciudad Universitaria
Cómo citar Reyes, Mara (seudónimo de Marcela del Río). "[Despertar de primavera]". Diorama de la Cultura, 1960. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>
TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO
imagen facsimilar
Diorama de la Cultura, Excélsior
Columna Diorama Teatral
[Despertar de primavera]
Mara Reyes
Despertar de primavera. Teatro de la Ciudad Universitaria. Autor, Frank Wedekind. Traducción, Manuel Pedroso. Dirección, Juan José Gurrola. Dirección Técnica, Roberto Rojas. Reparto: Grupo de Teatro de la Escuela Nacional de Arquitectura.
En Despertar de primavera el autor aborda el tema de la adolescencia y lo desmenuza desde todos sus aspectos. Ese despertar del instinto erótico que en cada uno va cobrando valor y tomando su propio cauce. Mezcla de ingenuidad y perversión, de pasión y fantasía, es esa pubertad que lleva a unos hacia el descubrimiento de la vida y a otros al descubrimiento de la muerte. Los elementos emergen y se entremezclan conformando al individuo. Y el adulto –que ha olvidado su propia adolescencia– no comprende, no puede comprender la ajena vivencia y deja al adolescente solo. Lo abandona a sus propias fuerzas y a sus dudas. Lo único que puede brindarle es una vida saturada de normas y prejuicios.
La riqueza literaria de la obra es evidente y su profundidad nos abruma. Es increíble que tenga 60 años de escrito un drama tan actual y al que los nuevos acontecimientos no le borran ninguno de los matices que toca, tal vez lo único que harían los problemas modernos sería agregar otro más, como una rama nueva que nace en ese árbol complejo.
Lo valioso de Juan José Gurrola, director del grupo, es su inquietud por buscar nuevos caminos. No debemos aferrarnos a nuestras viejas formas, tan sobadas ya: es lo que dice en cada una de las obras que dirige. Puede equivocarse, pero es necesario salvar la barrera, ya después se corregirán los errores que nunca faltan. Aunque muchos de sus recursos tienen nacimiento en el teatro alemán o en el estadunidense –nadie nace de la nada– ha logrado Gurrola imprimir su personalidad a sus trabajos.
Destacan por la propia importancia de sus papeles: Gastón Melo, a quien vimos anteriormente en Magia roja de Ghelderode y podemos decir que el trabajo que realiza en esta ocasión no sólo es muy superior, sino que se perfila como uno de los valores jóvenes de mayor capacidad, y Roberto Dumont, actor de gran sensibilidad y penetración.
Lucille Urencio, Luz del Amo, Nancy Cárdenas, Augusto C. Montero y todos los demás, que no mencionamos por estrechez de espacio, nos parecieron, todos, jóvenes con muchas posibilidades, que lograron aciertos de mérito en sus respectivas interpretaciones.