FICHA TÉCNICA
Título obra Rigoberto
Autoría Armando Moock
Dirección Fernando Soler
Elenco Pilar Sen, Alfonso Torres, Luis Rizo, Alicia Rodríguez, Mercedes Ferriz
Escenografía Graciela Castillo del Valle
Espacios teatrales Teatro Jorge Negrete
Cómo citar Reyes, Mara (seudónimo de Marcela del Río). "[Rigoberto]". Diorama de la Cultura, 1959. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>
TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO
imagen facsimilar
Diorama de la Cultura, Excélsior
Columna Diorama Teatral
[Rigoberto]
Mara Reyes
Rigoberto. Teatro Jorge Negrete. Autor, Armando Moock. Dirección, Fernando Soler. Escenografía, Graciela Castillo del Valle.
Esta tragicomedia que ahora presenta don Fernando Soler fue estrenada en México hace más de veinte años, por eso puede considerarse su reposición como un verdadero estreno. Hace un año Soler la eligió para incluirla en el repertorio que llevo a su gira por la República, pero es hasta ahora que tenemos oportunidad de verla en un teatro capitalino. La comedia está bien escrita, bien logradas las situaciones dramáticas y especialmente el personaje de Rigoberto: un hombre apocado, mediocre y sin carácter, del cual todos se burlan y al que su familia desprecia, le resultó al autor de una realidad conmovedora.
En cambio, el de la suegra es demasiado exagerado y es éste el único personaje que se sale un poco de la órbita de los demás.
Después de obras como La cena de los tres reyes y otras que don Fernando ha escogido recientemente para sus apariciones, ésta nos parece la más acertada. Dos géneros de personaje son esencialmente los que Soler domina: el hombre un poco calavera y simpático y el pobre diablo, y Rigoberto es uno de los personajes que más posibilidades le ofrece para crear esa situación tragicómica del pobre diablo. El dominio escénico de don Fernando no tiene límites, pero en Rigoberto no hemos admirado sus conocimientos del oficio, no nos ha dado tiempo; al contemplarlo, al oírlo, hemos visto y escuchado al hombre que vive con vida propia su desencanto, su búsqueda de afectos, su tragedia, su descarga de emociones; en esos momentos nos hemos olvidado del actor y es esto precisamente su mayor éxito.
Sobresale en su actuación Pilar Sen, a quien le hemos visto obras de muy diversos géneros, como Fuenteovejuna y otras, y a pesar de que su papel en Rigoberto no es muy generoso, le da tal naturalidad que parece increíble que esté en un escenario y no es su casa.
Muy bien Alfonso Torres, Luis Rizo, Alicia Rodríguez, Mimí Cabrera y Azucena Rodríguez. A Mercedes Ferriz le debo frase aparte, pues ella trabaja bien, aunque le toca el personaje más ingrato de la comedia; dada la exageración con que fue delineado por el autor su papel no está sobreactuado, ella se limita únicamente a interpretar su personaje tal y como fue concebido por él.
La escenografía, de buen gusto, peca sólo de una cosa: no da la impresión de ser la casa de una mujer como la suegra: debería ser mucho menos sobria y más oropelesca. Hay que recordar su interés en la vida de sociedad y su tremenda presunción.