FICHA TÉCNICA
Título obra 504
Autoría José María Fernández Unsaín
Elenco Raúl Meraz, Kitty de Hoyos, Alfredo Varela Jr., Domingo Soler
Escenografía Julián González
Espacios teatrales Teatro Ródano
Título obra Asesinato en la Catedral
Autoría T.S. Elliot
Dirección José Luis Ibáñez
Grupos y Compañías Poesía en Voz Alta
Elenco Raúl Dantés
Escenografía Juan Soriano
Vestuario Juan Soriano
Espacios teatrales Teatro Fábregas
Título obra Detrás de la puerta
Autoría Federico S. Inclán
Dirección Virgilio Mariel
Elenco Aurora Alvarado, Pilar Crespo (Pin), Guillermo Zetina, Francisco Jambrina, José Antonio Marrós, Juan José Martínez Casado, Claudio Brook, Rubén Calderón, Mario García González
Escenografía David Antón
Espacios teatrales Teatro Rotonda
Cómo citar Reyes, Mara (seudónimo de Marcela del Río). "[504, Asesinato en la catedral, Detrás de la puerta]". Diorama de la Cultura, 1959. Reseña Histórica del Teatro en México 2.0-2.1. Sistema de información de la crítica teatral, <criticateatral2021.org>
TRANSCRIPCIÓN CON FORMATO
imagen facsimilar
Diorama de la Cultura, Excélsior
Columna Diorama Teatral
[504, Asesinato en la catedral, Detrás de la puerta]
Mara Reyes
504. Teatro Ródano. Autor, J. M. Fernández Unsaín. Escenografía, Julián González. Reparto (por orden de aparición): Raúl Meraz,Kitty de Hoyos, Alfredo Varela Jr. y Domingo Soler.
Siempre ha sido perjudicial para el teatro basar las esperanzas de éxito y la publicidad en una “estrella” y esto, aun cuando se trate de un actor o actriz de la más alta calidad. El teatro no es fragmento de un todo sino una unidad indivisible. 504 tiene por eje principal una actriz,Kitty de Hoyos, que ejecuta tres papeles distintos. Pero por bien que estuviera la actriz en cuestión no sería posible que saliera adelante la pieza si la calidad de ésta, no está a la altura de aquella.
Todos los elementos que constituyen el teatro deben ir acordes. El problema fundamental en esta obra son, sin duda, sus graves errores de construcción. Más parecen tres obras en un acto que una sola comedia, a pesar del lazo con que trata de unirlas el autor al final.
La dirección es… mejor pasemos a otra cosa.
Alfredo Varela es, sin duda, el que más revela sus conocimientos histriónicos; Domingo Soler, sobrio y decoroso, no podía hacer más. Raúl Meraz más parece un traje colgado y bien planchado que un actor en plena efervescencia, tal como el papel lo requería, estático, frío en los momentos dramáticos y colocado en posiciones absurdas las más de las veces (de lo cual el director es el responsable).
Kitty de Hoyos fue realmente una sorpresa y pienso que en manos de un buen director saldrían a la vista otras perspectivas aparte de las que se han empeñado en mostrar de ella.
Asesinato en la catedral. Teatro Fábregas. Autor, T. S. Elliot. Director, José Luis Ibáñez. Escenografía y vestuario, Juan Soriano. Grupo, Poesía en Voz Alta.
Elliot, en esta obra, maneja conceptos esencialmente filosóficos. El conflicto entre dos Bienes que constituye ni más ni menos el sentido trágico del hombre. Tomás Becket, arzobispo, no puede admitir el subordinar la Iglesia al Estado; y para salvar su fe se deja arrastrar al martirio. El mantenerse en concordancia con sus principios sabe que le costará la vida y lo acepta.
La claridad con que está planteada esta tragedia moderna se debe sobre todo al lenguaje: puro, sin enigmas, vigoroso y poético. José Luis Ibáñez se descubre ante nosotros como un director de altos vuelos; el problema de los coros y el tono de la obra los resuelve con verdadero acierto. Raúl Dantés destaca de nuevo por sus enormes calidades de actor.
Asesinato en la catedral es una nueva presea para él, al lado de Lázaro y Esperando a Godot. La sencillez de la escenografía y el vestuario es una verdadera ayuda, para la compenetración que se requiere del espectador.
Felicitamos a todos los integrantes de Poesía en Voz Alta por esta magnífica realización.
Detrás de la puerta. Teatro, Rotonda. Autor, Federico S, Inclán. Director, Virgilio Mariel. Escenografía, David Antón. Reparto: Aurora Alvarado, Pin Crespo, Guillermo Zetina, Francisco Jambrina, José Antonio Marrós, Juan José Martínez Casado, Claudio Brook, Rubén Calderón y Mario García González.
Esta obra de Inclán, designada en el programa como un reportaje escenificado, es una voz que se eleva en favor del derecho de asilo. Para Inclán éste debe anteponerse a cualquier conflicto sentimental o ideológico. Y en este reportaje sus personajes están dispuestos a sacrificarse por ese principio.
El diálogo de Inclán es ágil y bien delineado. Logra algunos personajes positivamente reales y acertados, como el de los dos embajadores (mexicano y norteamericano), el de Otero, el general Salido y, sobre todo, el reportero norteamericano que en sus dos cortas escenas casi se roba la obra.
Inclán seguramente tenía el propósito de crear en Eloísa una mujer de temple ilimitado, pero no lo logró, en vez de eso resultó, sobre todo en el primer acto, una mujer irresponsable y hasta podríamos decir histérica en lugar de dramática. El primer acto es un tanto débil; en el segundo pisa con mayor seguridad.
La dirección es cuidadosa. Virgilio Mariel sabe manejar los personajes y extraer de ellos su contenido interior, Pin Crespo en esta ocasión se encontró con uno de esos papeles que por lo incongruente resultan más difíciles; hacer de Eloísa una mujer positiva debió ser para ella un verdadero problema. Jambrina, muy bien, podría decirse que “nació para embajador”. Claudio Brook hace una verdadera creación de Henry Macswain, el reportero norteamericano que da solución a la obra aplicando el refrán de que “para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo.” Muy bien también Mario García González en el general Salido. Los demás salen adelante con gran discreción.